La lubricación es clave en el mecanizado, dado que podemos mejorar la calidad de las piezas, proteger la máquina-herramienta, reducir gastos en las operaciones de mecanizado y aumentar la productividad.
Para el tratamiento de acabado de las piezas metálicas existen diferentes procesos de desengrase y productos para la limpieza de las superficies.
La calidad del agua puede influir en la funcionalidad de los refrigerantes en procesos de mecanizado. ¡Ojo con la dureza del agua y el pH! ¿Por qué no puedes pasar por alto estos parámetros?
El empleo de aceites ignífugos resistentes a las llamas garantizan la seguridad en procesos del sector del metal.
Al trabajar con lubricante refrigerante y sobre todo, a la hora del cambio efectivo de taladrinas, la limpieza de los circuitos de nuestras máquinas es un factor determinante.
