¿Diseñar un plan de mantenimiento preventivo en un taller de mecanizado? Sí. A la hora de gestionar el cuidado de las máquinas que se emplean en este tipo de procesos, programar las acciones de seguimiento y control de las mismas debe ser una prioridad para el taller o fábrica. Veamos los motivos.
Un centro de mecanizado puede operar durante años, siempre y cuando se lleve a cabo un plan de mantenimiento adecuado. Elaborar un programa con inspecciones periódicas y tareas de control rutinarias; seguir las indicaciones del fabricante; hacer un uso adecuado de la máquina herramienta; y que las instalaciones estén acondicionadas para que los equipos operen bien son medidas que permiten alargar la vida útil de las aplicaciones, pero también reducir gastos y muchos quebraderos de cabeza.
Cuando una máquina se estropea, la producción se detiene hasta que el fallo se corrige. Esto puede llevar un par de horas, días, semanas o, incluso, en el peor de los casos hay que sustituir el equipo roto por uno nuevo. Las averías suelen originarse porque hay un sobresfuerzo, falta de mantenimiento o que este ‘cuidado’ sea inadecuado.
Con el mantenimiento preventivo, se programa una serie de tareas y controles rutinarios que ayudan a prevenir fallos, errores y averías que puedan ocasionar consecuencias desastrosas para la cadena de producción.
De este modo, además de alargar los ‘años de vida’ de la maquinaria, se consigue minimizar las paradas imprevistas y reducir los gastos asociados a esta inactividad, así como evitar hacer frente a una reparación más costosa. Con un plan de revisión periódica, los fallos se detectan a tiempo, se aseguran los repuestos y las reparaciones se planifican antes de que lleguen a mayores.
Elaborar la estrategia de un plan de mantenimiento preventivo
Distribuidores y fabricantes de maquinaria, que se emplea en los talleres de mecanizado y fábricas, indican que a la hora de diseñar el plan de mantenimiento preventivo hay factores que no pueden pasarse por alto: el tipo de máquina, el uso que tiene y el trabajo que realiza. Elaborar un programa de control específico para cada aplicación es lo más indicado porque no todas necesitan los mismos cuidados. No obstante, hay acciones comunes para toda la maquinaria como la limpieza y revisión de la lubricación.
Revisiones periódicas
Un plan preventivo puede elaborarse estableciendo revisiones periódicas, es decir, programando acciones diarias, semanales, mensuales y anuales. De este modo, tenemos un mayor control de las máquinas y sus herramientas, algo que ayuda a detectar anticipadamente las averías.
Este planteamiento está indicado para maquinaria que opera todos los días e incluirá tareas diarias como la limpieza de las virutas o revisión del nivel del lubricante o acciones semanales como el cambio o reposición de aceite.
Uso de la maquinaria
El uso de las máquinas es otro factor a tener en cuenta a la hora de diseñar un plan de mantenimiento preventivo. Esto significa que, si una máquina se utiliza diariamente, lo aconsejable es que los operarios o técnicos de mantenimiento lleven un control de las horas de funcionamiento o los ciclos de producción, entre otros.
Por ejemplo, en las fábricas donde hay máquinas que operan las 24 horas del día, estas deben revisarse frecuentemente para evitar problemas repentinos que obliguen a parar la producción.
Peculiaridades de la maquinaria
Las características de la máquina herramienta es otro aspecto a valorar cuando se diseña el plan de mantenimiento preventivo. No todas necesitan los mismos cuidados, aunque sí hay tareas que son comunes.
Por ejemplo, en las máquinas que arrancan virutas hay que limpiar la bancada y las demás partes donde estas puedan almacenarse. También se debe utilizar aceite para lubricar las partes móviles de la máquina y evitar su desgaste. Por supuesto, el acondicionamiento de las instalaciones debe responder a los requisitos ambientales para que las máquinas operen de modo adecuado (será preciso vigilar la temperatura, ventilación, electricidad o suministro de agua).
La lubricación de la maquinaria también es clave en el plan de mantenimiento preventivo
Otro pilar fundamental para la conservación y prolongación de la vida útil de la máquina que se utiliza en los procesos de mecanizado o conformado de piezas es contar con una buena lubricación.
No se trata solo de engrasar las aplicaciones y componentes en tiempo y forma, sino también hacerlo con los fluidos refrigerantes adecuados para la operación. ¿Qué conseguimos con ello? Mejor calidad de mecanizado y garantía en el resultado final de la pieza.
Ventajas de contar con un plan de mantenimiento preventivo
No contar con una estrategia de mantenimiento preventivo tiene consecuencias negativas para la maquinaria, pero también para el bolsillo. El objetivo de este plan es adelantarse a los problemas, evitar averías y conservar las aplicaciones en las mejores condiciones para garantizar su buen funcionamiento y fiabilidad.
Por el contrario, tener un programa de mantenimiento preventivo en un taller de mecanizado o fábrica ocasiona ventajas a corto y largo plazo, dado que permite reducir costes de mantenimiento, evitar paradas imprevistas, prolongar la vida útil de las máquinas, evitar rechazos y garantía de calidad y anticiparse a averías complicadas.
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