Consejos

Prácticas para prolongar la vida útil de la lubricación de motores diésel

prolongar la vida util del motor diesel

Para conseguir un rendimiento óptimo y prolongar la vida útil del motor diésel, es fundamental optimizar la eficacia del lubricante. Una estrategia clave para lograrlo pasa por la implementación de una lubricación centrada en la fiabilidad. Veamos en qué consiste. 

Se trata de un enfoque proactivo de mantenimiento que va más allá de simplemente cambiar el aceite a intervalos regulares. Es un programa integral que da respuesta a las necesidades específicas de cada componente y utiliza un criterio científico para determinar la cantidad, el tipo y el momento adecuado de la lubricación.

En motores diésel, esta estrategia de mantenimiento prolonga la vida útil del motor y optimiza el uso del lubricante. Para lograr estos objetivos, hay que seguir cuatro pautas, que podíamos denominar como imprescindibles, a la hora de aplicar el producto:

  • Seleccionar el lubricante correcto.
  • Utilizar la cantidad adecuada.
  • Que la sustitución del producto se haga en el momento oportuno.
  • Contar con un buen sistema de filtración.

Estas tareas se complementan con un monitoreo periódico para detectar signos de deterioro en el aceite y la implementación de acciones correctivas para evitar problemas derivados de la falta de eficacia del lubricante. 

prolongar la vida util del lubricante de motor diesel

4 musts para prolongar la vida útil de la lubricación en motores diésel

 El buen funcionamiento de los componentes internos del motor diésel depende de la lubricación y, en este caso, la calidad del lubricante es clave. Un buen producto protege las piezas del motor contra el desgaste, la corrosión y la oxidación. Esto se traduce en un mejor rendimiento y una reducción en el consumo de combustible. Por tanto, no elijas el lubricante más barato, sino el que cumple con las condiciones de operación y ofrece un alto rendimiento.

El segundo ‘must’ de esta estrategia pasa por mantener el nivel de aceite adecuado, algo que es esencial para garantizar que se emplee la cantidad correcta de producto. Que no falte, pero que tampoco sobre aceite. Por otro lado, no es recomendable añadir otros lubricantes o mezclarlo con otros productos, así como no usar nunca un lubricante que esté recomendado para otras aplicaciones. 

Los lubricantes envejecen con el tiempo, por lo que hay que cambiarlos. Habitualmente, esta tarea se realiza en función de un periodo establecido o un límite de kilometraje, pero también se puede sustituir al detectar un problema.

La realización de análisis periódicos del aceite ayuda a descubrir si está en buenas condiciones o no. En caso de que el lubricante muestre signos de degradación, contaminación o desgaste, se cambia para evitar problemas. De este modo, optimizamos su uso y la protección del motor.

Además de estas prácticas, el lubricante debe estar limpio. Esto significa que debe estar correctamente filtrado y libre de contaminantes sólidos o líquidos, incluidos otros residuos lubricantes.

El aceite debe filtrarse antes de llegar al motor y para garantizar una buena limpieza, es clave contar con un sistema de filtración de alta calidad con reemplazarlos a tiempo. También puedes plantearte instalar un filtro de derivación, que trabaja con un 5-10% del aceite circulante y tiene una ventaja adicional al aumentar la capacidad del aceite del motor.

Otro plus pasa por la utilización de filtros de aire de calidad para garantizar que el aire que entra en la cámara de combustión es limpio.

El mercado de lubricantes industriales está limitado

 

Otras prácticas que ayudan a prolongar la lubricación del motor diésel

Otra práctica que ayuda a prolongar la lubricación en los motores diésel es la de evitar la contaminación por agua del lubricante, un problema frecuente en muchas aplicaciones.

La temperatura es también un hándicap que debemos controlar. Los lubricantes deben mantenerse fríos, es decir, trabajar a temperaturas relativamente bajas en función del motor y la aplicación.

En general, cuanto más alta es la temperatura de funcionamiento, menos vida útil tiene el lubricante. Por este motivo, es fundamental que el aceite se mantenga a buena temperatura de funcionamiento para que conserve sus propiedades y, por tanto, dure más.

Recurrir a sistemas de prelubricación o de calefacción para reducir el desgaste del motor durante el arranque, sobre todo cuando opera a bajas temperaturas, son otras prácticas que pueden ayudarnos a conseguir nuestros objetivos. 

Los lavados periódicos del interior del motor, para eliminar lodos, depósitos y otros residuos acumulados, así como la calidad del combustible que utilicemos también son medidas que influyen en la protección del motor. 

Con la implementación de estas prácticas, podemos prolongar significativamente la duración del aceite, lo que se traduce en un mejor rendimiento del motor, mayor protección contra el desgaste y reducción de costes de mantenimiento.

La lubricación centrada en la fiabilidad es una estrategia ideal para empresas que buscan:

  • Maximizar la productividad y la eficiencia de sus operaciones.
  • Reducir los costes de mantenimiento y operación.
  • Mejorar la seguridad y confiabilidad de sus equipos.
  • Proteger el medio ambiente.

Por tanto, se trata de una estrategia clave para asegurar un funcionamiento óptimo, prolongar su vida útil y una mayor rentabilidad del motor diésel.

Portada: Imagen de jannoon028 en Freepik.

author-avatar

Acerca de LUFILSUR

LUFILSUR comercializa aceites, grasas y productos específicos para el mantenimiento de procesos industriales. Ofrece también servicio de asesoramiento especializado para diferentes ámbitos sectoriales.

Noticias relacionadas