Aceites de refrigeración, clasificación según la norma DIN 51503

En el ámbito de la lubricación, los aceites de refrigeración juegan un papel fundamental, especialmente en la vida útil de los compresores de refrigeración. La calidad del producto seleccionado es determinante para garantizar un funcionamiento duradero y eficiente del sistema.

Los aceites de refrigeración tienen que responder a condiciones exigentes debido a la interacción con otras sustancias, como el gas refrigerante, y a las subidas y bajadas de temperatura. Estas condiciones demandan un lubricante con características específicas para el correcto funcionamiento del circuito.

La función principal de un aceite de refrigeración es lubricar eficazmente todas las partes móviles del compresor, asegurando un deslizamiento suave y minimizando el desgaste. Además, dependiendo del tipo de compresor, el aceite también debe disipar el calor generado y sellar las válvulas y cámaras de compresión para evitar fugas.

La cantidad de aceite existente en el circuito refrigerante depende de diversos factores, como el tipo de compresión, la eficiencia del separador de aceite, el diseño del sistema de refrigeración, los parámetros operativos y, por supuesto, la selección del producto adecuado. En general, los niveles de aceite oscilan entre el 1% y el 5%, pudiendo alcanzar valores más altos en casos concretos.

Para garantizar la correcta circulación y su retorno desde la zona fría del circuito, se emplean aceites de refrigeración con la miscibilidad adecuada en el refrigerante correspondiente. Esto permite que el fluido se mezcle con el refrigerante y circule libremente por el sistema, retornando a la zona de lubricación del compresor.

En los sistemas de refrigeración, la miscibilidad entre el aceite y el refrigerante es fundamental para garantizar un funcionamiento óptimo. Esta característica permite que el aceite se mezcle completamente con el refrigerante, creando una mezcla homogénea que circula libremente por todo el circuito.

Elección del aceite de refrigeración adecuado

La selección del fluido adecuado va a depender de diferentes factores tales como:

• Tipo de refrigerante: cada uno tiene diferentes propiedades y requiere un aceite específico para garantizar la miscibilidad y el correcto funcionamiento del sistema.
• Condiciones de funcionamiento del sistema: la temperatura ambiente, la carga de trabajo y la presión del sistema son factores que influyen en la elección del aceite.
• Propiedades deseadas del aceite: no se puede pasar por alto indicadores como la viscosidad, la resistencia a la oxidación, la capacidad de transferencia de calor y las propiedades de protección del aceite.

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¿Para qué sirve la norma DIN 51503?

Como hemos indicado, los refrigerantes pueden ser de diferentes tipos, como los halocarbonos, hidroclorofluorocarbonos (HCFC), hidrofluorocarbonos (HFC) o naturales como el amoníaco (NH3) o el dióxido de carbono (CO2).

La norma DIN 51503, Parte 1, describe los requisitos mínimos que deben cumplir los aceites de refrigeración e incluye una clasificación del fluido recomendado en función de cada tipo de refrigerante. 

Esta normativa facilita la identificación y selección del producto adecuado para cada aplicación, lo que garantiza la compatibilidad y el buen rendimiento del compresor. 

Por ejemplo, para refrigerantes halocarbonados como el R-22, es posible que necesites aceites como los poliolésteres (POE) o los minerales. En cambio para los refrigerantes naturales, como el amoniaco, los aceites alquilbencénicos (LAB), a base de petróleo, pueden ser más apropiados.

Clasificación de aceites de refrigeración según DIN 51503

La clasificación de aceites de refrigeración según la norma DIN 51503, Parte 1, es alfabética y, en función de los refrigerantes utilizados, los divide en los siguientes grupos:

KAA: aceites de refrigeración no miscibles con amoniaco. Se trata de aceites minerales y/o sintéticos, basados en polialfaolefinas (PAO), alquilbenceno (AB) o aceites minerales hidrogenados.

KAB: aceites de refrigeración miscibles con amoniaco. Esto significa que se mezclan bien con el amoníaco y no forman depósitos ni obstruyen las líneas de aceite. Esto ayuda a garantizar un funcionamiento suave y eficiente del sistema de refrigeración.

KB: aceites de refrigeración para dióxido de carbono. En este grupo se integran:

• • POE (ésteres de poliol), de alta miscibilidad con CO2, lo que los hace ideales para su uso en sistemas de refrigeración de dióxido de carbono.
  • PAG (polialqui-lenglicoles): miscibilidad limitada con CO2, pero aún pueden ser utilizados en algunas aplicaciones.
  • Aceites sintéticos de polialfaolefinas (PAO): se describen como miscibles con CO2.

KC: aceites de refrigeración para hidrocarburos. De alto rendimiento y aptos para sistemas de refrigeración que utilizan hidrocarburos parcial o totalmente halogenados, clorados y fluorados (CFC, HCFC) como refrigerantes. Los más utilizados son los aceites minerales nafténicos altamente refinados y alquilbencenos especialmente tratados (alquilatos). 

KD: aceites de refrigeración para hidrocarburos parcial o totalmente fluorados (HFC, FC). Son productos polares con unas características higroscópicas pronunciadas.

KE: aceites de refrigeración para hidrocarburos (como propano o isobutano, entre otros). Por lo general, incluyen aceites minerales o sintéticos basados en alquilbenceno, PAO, POE o PAG.

Es importante seleccionar el aceite correcto para el tipo de refrigerante y el compresor específicos que se estén utilizando. El uso del aceite incorrecto puede provocar daños en el compresor u otras partes del sistema de refrigeración.

Es importante utilizar el aceite adecuado para su sistema de refrigeración. El tipo de aceite incorrecto puede dañar el compresor y reducir la eficiencia del sistema.

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