En la industria alimentaria, garantizar la seguridad, eficiencia y sostenibilidad de los procesos es una prioridad. La lubricación, aunque esencial para el funcionamiento fiable de la maquinaria, también puede suponer un riesgo si no se gestiona adecuadamente.
Uno de los principales peligros es la contaminación por hidrocarburos minerales, como los MOSH (Mineral Oil Saturated Hydrocarbons) y MOAH (Mineral Oil Aromatic Hydrocarbons), compuestos que representan un riesgo potencial para la salud.
Aquí es donde las auditorías LCCP (Lubrication Critical Control Point) se convierten en una herramienta clave para optimizar el mantenimiento y reforzar la seguridad alimentaria.
¿Qué es una auditoría LCCP?
Se trata de un estudio técnico personalizado que analiza los puntos críticos de lubricación en una planta de producción alimentaria. Su objetivo es identificar y mitigar los riesgos relacionados con la selección, aplicación y gestión de lubricantes, alineando el plan de mantenimiento con los estándares de seguridad, eficiencia y cumplimiento normativo.
La auditoría no solo evalúa los tipos y cantidades de lubricantes utilizados, sino también la frecuencia de aplicación, los métodos empleados y el nivel de formación del personal. A partir de este análisis se generan planes de acción basados en datos reales, orientados a reducir paradas, alargar la vida útil de los equipos y evitar posibles contaminaciones.
A la hora de llevar a cabo el proceso de auditoría LCCP es fundamental seguir una serie de pasos estructurados que garanticen una evaluación integral y eficaz:
- Análisis preliminar: revisión de documentación, tipos de lubricantes y normativas aplicables.
- Inspección in situ: evaluación física de puntos críticos, maquinaria y condiciones operativas.
- Identificación de riesgos: detección de posibles fallos o focos de contaminación.
- Recomendaciones personalizadas: propuestas de mejora en productos, frecuencia, métodos y formación.
- Documentación y seguimiento: generación de informes que garantizan la trazabilidad y el cumplimiento normativo.
Este enfoque permite priorizar acciones correctivas, optimizar el inventario de lubricantes, formar al equipo de mantenimiento y alinear la estrategia con los objetivos de calidad y seguridad alimentaria.
Además, la auditoría LCCP se integra con normativas clave del sector, como:
FDA 21 CFR 178.3570, sobre el uso de aditivos lubricantes en contacto incidental con alimentos.
ISO 21469, que regula la fabricación de lubricantes para la industria alimentaria.
FSSC 22000 y BRC Global Standards, marcos reconocidos internacionalmente en seguridad alimentaria.
Los informes generados proporcionan la documentación necesaria para superar con éxito auditorías internas y externas, fomentando una cultura de mejora continua.
La amenaza invisible: MOSH y MOAH
Los MOSH y MOAH son compuestos presentes en aceites minerales convencionales que pueden migrar a los alimentos a través del contacto indirecto con maquinaria, lubricantes o envases contaminados. Su posible toxicidad y acumulación en el organismo los convierte en un riesgo creciente que la industria no puede ignorar.
Las principales fuentes de contaminación incluyen:
- Uso de lubricantes no certificados en equipos cercanos al producto.
- Envases contaminados durante el proceso de fabricación.
- Empleo de productos no diseñados para aplicaciones de la industria alimentaria.
Controlar estas fuentes es clave para proteger al consumidor y cumplir con las exigencias legales y normativas.
La solución de los lubricantes atóxicos
Una recomendación clave derivada de la auditoría LCCP es el uso exclusivo de lubricantes atóxicos certificados, que cumplen con estándares como NSF H1 y 3H, ISO 21469, y que están libres de hidrocarburos minerales susceptibles de generar MOSH y MOAH.
El uso de lubricantes atóxicos otorga las siguientes ventajas:
- Eliminan el riesgo de contaminación por MOSH y MOAH.
- Cumplen estrictamente con normativas internacionales de seguridad alimentaria.
- Mejoran la eficiencia operativa, reduciendo el desgaste y evitando paradas.
- Facilitan la trazabilidad y control documental para auditorías.
- Refuerzan la confianza y reputación frente a clientes y consumidores.
La auditoría LCCP permite controlar la lubricación mediante estudios personalizados y la incorporación de lubricantes atóxicos certificados es fundamental para prevenir la contaminación por MOSH y MOAH, garantizar la calidad del producto y prolongar la vida útil de la maquinaria.
En LUFILSUR, comercializamos lubricantes atóxicos que contribuyen a garantizar la seguridad en la industria alimentaria. Puedes consultar nuestro catálogo en nuestra tienda online.
Además, ofrecemos asesoramiento para la implantación de programas LCCP adaptados a cada proceso, proponiendo soluciones técnicas eficaces y productos certificados que aseguran el cumplimiento normativo, optimizan el mantenimiento y refuerzan el compromiso con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros si necesitas ampliar información sobre nuestros productos y servicios. Estaremos encantados de atenderte.