Industria alimentaria

Lubricantes atóxicos de origen vegetal para garantizar la seguridad alimentaria en la industria del olivar

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Preocupación. Esta es la palabra que más se repite en los encuentros que tengo con profesionales del sector oleícola. Preocupación por cumplir con los estándares de calidad. Preocupación por garantizar la seguridad alimentaria de la producción. Y, preocupación, porque en muchas ocasiones no tienen claro o no saben qué hacer.

La industria del olivar necesita emplear lubricantes libres MOAH (hidrocarburos aromáticos de aceites minerales) y de MOSH (hidrocarburos saturados de aceites minerales). Con estos últimos, hay un problema añadido porque resulta complicado diferenciar los MOSH alimentarios, de los que no lo son.

La buena noticia es que “hay solución”. Esto lo repito como un mantra cuando profesionales del sector me preguntan qué pueden hacer para evitar el problema de MOAH-MOSH por aporte de los lubricantes al aceite de orujo o de oliva.

Existen soluciones. Desde mi punto de vista, es importante que todos los implicados en el proceso de producción del aceite sean conscientes de esto. Apostar por el uso de aceites y grasas alimentarias exentos de hidrocarburos, parafinas y, por lo tanto, de MOSH (hidrocarburos saturados de aceites minerales) y MOAH (hidrocarburos aromáticos de aceites minerales) supone evitar la contaminación del producto final con todas las ventajas que esto conlleva, tanto económicas, como sanitarias.

La industria olivarera tiene que apostar por lubricantes atóxicos de origen vegetal, no mineral.

Sin embargo, el uso de otros lubricantes que no reducen a 0 los riesgos de contaminación representan una amenaza para la industria oleícola. ¿El motivo? Se están exponiendo al rechazo de lotes completos de fabricación o a rebajar la calidad de un producto excepcional como el AOVE, algo que supone una considerable merma económica para la producción.

evitar la contaminación del aceite de oliva

Lubricantes atóxicos de origen vegetal, ¿sí o sí?

En los encuentros profesionales en los que participo, suelo poner un ejemplo que me parece muy práctico y esclarecedor del problema que puede llegar a generar el uso de lubricantes con aporte de trazas o hidrocarburos.

La presencia de lubricante en un vaso de agua 250 c.c. puede llegar a contaminar hasta 500 litros de aceite. Por lo tanto, imaginad la amenaza que representa un bidón de 200 litros de lubricante: ¡puede llegar a afectar a 400.000 litros! Algo que puede hacer mucho daño no solo al bolsillo, sino también a la reputación de la entidad y, lo más grave, a la salud del consumidor.

En el caso de los lubricantes minerales atóxicos de uso alimentario, clasificados como H-1, el contenido de MOAH alcanza el 3%.  Por otro lado, como ya comentaba al principio es difícil identificar los MOSH alimentarios de los que no lo son.

Por tanto, no basta con recurrir a lubricantes minerales atóxicos H1 por muy atóxicos que sean, porque, como vemos, pueden aportar hidrocarburos al producto final.

Y en este punto, repito mi mantra, “hay solución”. Lo más eficaz para la industria oleícola es el uso de lubricantes atóxicos H1 de origen vegetal, los únicos productos que ofrecen el 100% de garantía en cuanto a seguridad alimentaria.

Estos lubricantes cumplen con los requisitos de calidad, estándares y normativa de la industria alimentaria. Son soluciones especialmente desarrolladas para la lubricación de la maquinaria que se emplea en la industria del olivar, garantizando el buen rendimiento de los equipos en cada proceso, desde la recolección hasta la fabricación del aceite de oliva. 

Las garantías de salud agroalimentaria son totales, no aportan trazas contaminantes al aceite comestible. Con calidad H1, no contaminan productos y aportan una durabilidad completa para toda la campaña.

jornada lubricante atoxico de origen vegetal

Desde hace años, trabajo con muchas cooperativas y asociaciones vinculadas con el aceite de oliva y de orujo y he podido comprobar, de primera mano, el salto cualitativo en producto final y en seguridad alimentaria que han sufrido aquellas entidades y profesionales que han decidido apostar por este tipo de productos atóxicos de origen vegetal. Porque afortunadamente, “hay solución”.

En LUFILSUR, contamos con esta gama de lubricantes atóxicos de origen vegetal y ofrecemos asesoramiento para la industria olivarera en cuanto a mantenimiento y lubricación de maquinaria,  ya sea de procesos mecánicos o de equipos de recolección. Si te dedicas al sector oleícola y tienes interés en nuestros productos o servicios, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de atenderte. 

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