Metales que se funden, se moldean y se convierten en piezas esenciales para diversos sectores. Durante estos procesos, la industria metalúrgica genera una gran cantidad de residuos y contaminantes. Mantener una limpieza adecuada durante la producción y transformación de metales es fundamental para garantizar la seguridad de los trabajadores, la eficiencia de los procesos y la calidad de los productos finales.
Este mantenimiento no responde a una tarea puntual, sino que debe tenerse en cuenta atendiendo a los factores de cada etapa del proceso de fabricación.
Eliminación de impurezas
Desde el inicio la fabricación de componentes metálicos o de otro tipo, la limpieza es crucial para eliminar impurezas y contaminantes de las superficies de las piezas. Esto evita que se produzcan fallos que afecten negativamente a la operación, optimiza la eficiencia y garantiza la calidad del producto final.
Residuos del mecanizado
En la fase de mecanizado, las piezas se someten a sustancias que facilitan este proceso, pero que dejan residuos que pueden provocar fallos o averías en las operaciones posteriores. A esto hay que añadir, que el mecanizado puede generar abrasión.
Almacenamiento impecable
Las piezas almacenadas acumulan polvo, humedad y otros contaminantes que deben eliminarse antes de su uso. La limpieza adecuada en el almacenamiento protege las piezas y evita deterioros.
Plan de limpieza en la industria metalúrgica
Como hemos comentado anteriormente, la limpieza en la industria metalúrgica no se ciñe a un momento concreto, sino que debe adaptarse a las diferentes etapas y necesidades que surgen durante el proceso de producción. Por tanto, el plan de limpieza debe incluir:
Limpieza intermedia
Durante el mecanizado, se realizan limpiezas periódicas para eliminar virutas, aceites y otros residuos que puedan afectar la precisión y el rendimiento del proceso.
Limpieza previa a tratamientos
Antes de aplicar tratamientos térmicos o recubrimientos superficiales, se realiza una limpieza profunda para eliminar cualquier contaminante que pueda interferir con la adherencia o las propiedades del tratamiento.
Mantenimiento
La limpieza regular de maquinaria y herramientas es fundamental para garantizar su correcto funcionamiento, prevenir averías y alargar su vida útil.
Métodos y productos de limpieza
Existen diferentes métodos y productos de limpieza que incluyen pasos físicos, químicos y fisicoquímicos.
Uno de los métodos más comunes es la limpieza con equipos de agua a alta presión con la que se elimina la suciedad, el óxido, la grasa y otros contaminantes de las superficies metálicas. La ventaja de esta técnica es que es rápida y eficiente, y puede limpiar grandes áreas en poco tiempo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los metales son aptos para ser limpiados con agua a alta presión, ya que esto puede dañar la superficie.
Otra manera de acabar con los residuos es mediante el uso de productos químicos específicos, diseñados para eliminar contaminantes concretos, como el óxido, la grasa o los residuos de soldadura. Los productos de limpieza más comunes incluyen desengrasantes, decapantes y desoxidantes.
Otra técnica que se emplea en esta industria es el granallado, un proceso en el que se proyectan pequeñas partículas a alta velocidad sobre la superficie metálica para eliminar las impurezas y mejorar la adhesión de los recubrimientos.
Aparte de métodos mecánicos como el granallado y el esmerilado, se recurre también a limpiadores orgánicos o soluciones acuosas químicamente activas, así como procedimientos físicos como los ultrasonidos.
En cuanto a los productos de limpieza específicos, las empresas de la industria metalúrgica suelen utilizar detergentes y desinfectantes de alto rendimiento, diseñados para cumplir con las normas y regulaciones de limpieza industrial. Estos productos están formulados para eliminar eficazmente la suciedad y los contaminantes en superficies metálicas, así como para prevenir el crecimiento de bacterias y otros microorganismos.
Más que una simple cuestión de estética, la limpieza en la industria metalúrgica es un pilar fundamental para:
- La seguridad: un ambiente de trabajo limpio reduce riesgos de accidentes y enfermedades para los trabajadores. Eliminar virutas, aceites y otros residuos minimiza el riesgo de resbalones, caídas e incendios.
- Eficiencia: la limpieza optimiza el funcionamiento de las máquinas y herramientas. Eliminar la abrasión y otros contaminantes previene atascos y averías, asegurando un flujo de producción fluido.
- Calidad: las piezas con superficies limpias y libres de impurezas garantizan un mejor acabado y una mayor precisión en los procesos posteriores, como la soldadura o la pintura.
Por tanto, la limpieza se convierte en una aliada imprescindible para la industria metalúrgica, ya que influye en las operaciones de mecanizado.
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Imagen de portada de Imagen de Janno Nivergall en Pixabay.