La filtración de aire en la industria alimentaria es clave para mantener una seguridad e higiene óptima, ya que permite depurar la entrada de microorganismos, reducir riesgos de contaminación de los productos y, por tanto, reforzar la garantía en los procesos.
La calidad del aire en el ambiente de una planta y del aire comprimido utilizado para los diferentes procesos es un factor que los fabricantes de alimentos deben considerar como un aspecto importante de control.
En la sala de proceso, el aire se suele filtrar en dos o tres etapas, dependiendo en gran medida del producto que se esté fabricando, pues será el que marque la exigencia del grado de filtración del aire.
El aire es una fuente de contaminación al ser un vehículo muy propicio para transportar partículas físicas, químicas y biológicas que provocan problemas que van desde el retiro de los productos en el mercado, hasta contratiempos de salud por contaminación del producto con microorganismos procedentes del aire.
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Funciones del aire
En la producción y procesado de alimentos el suministro de aire tiene las siguientes funciones:
- Asegurar una ventilación adecuada en las diferentes áreas de una planta de proceso alimentos.
- Como aire comprimido para el funcionamiento de algunos equipos como ejemplo los equipos de las líneas de envasado.
- Como ingrediente en algunos procesos: carbonatación de bebidas, sistemas de aireación para procesos de fermentación, envasado aséptico o productos aireados, entre otros.
Principales fuentes de contaminación
Los contaminantes más comunes en el aire son las partículas de suciedad, el óxido de metales, hollín, polen, cristales de sal, vapor de agua o aceite y microorganismos. Las fuentes de contaminación son:
- El aire exterior que es el que alimenta las diferentes zonas de proceso.
- El aire comprimido utilizado para los diferentes equipos y procesos, en donde la contaminación proviene de la aspiración del aire y del propio compresor.
Por este motivo, la filtración de aire es fundamental durante el proceso de fabricación porque ayuda a minimizar la contaminación del producto, eliminando impurezas, protegiendo el sabor y la calidad del alimento o la bebida.
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Filtros de aire eficientes y homologados
Los sistemas de filtración empleados son determinantes para preservar la salubridad del entorno de trabajo y la seguridad del procesamiento de alimentos, así como su posterior envasado y conservación mediante técnicas como la deshidratación, refrigeración, congelación, pasteurización, entre otros.
Como hemos indicado anteriormente, la industria alimentaria requiere soluciones filtrantes adecuadas al alimento que producen. Se trata de un sector que necesita que los filtros que emplea sean eficientes y estén homologados conforme a la normativa vigente.
En muchas ocasiones, se exige la máxima pureza del aire, como ocurre con las salas limpias. En este caso, se recurre a los filtros ULPA, HEPA y EPA, dependiendo de su eficiencia de filtración. Con ello se garantiza que, en los puntos críticos del proceso, sea posible elaborar y manipular los alimentos en un ambiente de calidad.
¿Cómo se filtra el aire en la sala de procesos?
Para el control de calidad del ambiente los métodos más utilizados son elementos filtrantes donde las partículas de polvo y la mayoría de los microorganismos son capturados y retenidos.
En las salas de procesos, hay varias etapas de la filtración:
1ª etapa de filtración
En esta etapa se retienen las partículas más grandes y su principal objetivo, además de limpiar el área de proceso, es proteger los elementos mecánicos de las unidades que mantienen el flujo de circulación de aire.
2ª etapa de filtración
Es la fase en la que se retienen las partículas más pequeñas del aire de acuerdo con los niveles requeridos para cada proceso.
3ª etapa de filtración
En este punto la filtración se requiere en áreas donde se exija el máximo control de partículas. Por ejemplo, el área de corte y envasado de alimentos es donde se requiere esta etapa de filtración con elementos filtrantes de alta eficiencia. Estos filtros son los denominados como:
- HEPA (High Effiency Particular Air): son filtros que tienen el 99,97% de eficiencia para la retención de partículas de 0,3 µm de diámetro o mayores.
- ULPA (Ultra Low Penetration Air): tienen un 99,9995% de eficiencia para la retención de partículas de 0,12 µm de diámetro o mayores.
Normativa reguladora
En cuanto a la normativa reguladora, la norma ISO 14644-1, que cubre la clasificación de la pureza del aire en salas limpias y ambientes controlados. En ella, cada clase (tal y como se aprecia en la tabla), se define por el número de partículas de aire, de determinado tamaño, presentes por metro cúbico.
La industria alimentaria exige un estricto control higiénico durante todo el proceso de manipulación y envasado de los productos, manteniendo una higiene y seguridad óptimas.
Este control higiénico incluye máxima pureza de la calidad del aire depurando la entrada de microorganismos y reduciendo al mínimo el riesgo de contaminación del entorno en el que se elabora el alimento.
En LUFILSUR apostamos por soluciones filtrantes de máxima calidad, desarrolladas con la última tecnología y que cumpla los estándares establecidos es clave para garantizar la pureza ambiental, pero también para fortalecer la seguridad alimentaria.
Comercializamos y distribuimos sistemas de filtración de aire para la industria alimentaria en Andalucía y Extremadura. Si tienes interés en nuestros productos o servicios, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.
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